Nuestras raíces se remontan a Parma en la segunda mitad del 1800. El progenitor que dio nombre a la empresa artesanal "Officine Simonazzi", fue Pompeo Simonazzi, especializado en la construcción de herramientas agrícolas, que sabía obtener forjando chatarra vieja. Enseñó a sus descendientes el amor por la artesanía, el hierro y les transmitió su experiencia.
El trabajo de Pompeo fue continuado por su hijo Luigi Simonazzi, cuya especialización profesional se centró principalmente en la construcción de las primeras cerraduras de seguridad y puertas de hierro finamente elaboradas. Luigi transmitió su pasión por el trabajo del hierro a su hijo Arnaldo.
Alrededor de 1910, Arnaldo Simonazzi comenzó a producir máquinas para la industria conservera y para la industria láctea. En la década de 1930, gracias al ingenio de sus hijos, Ampelio y Lorenzo, la empresa inició la construcción de tractores agrícolas ligeros, fabricados con la recuperación de motores de automóviles FIAT. La iniciativa tuvo tanto éxito que Officine Simonazzi produjo 50 copias hasta el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial.
Después de la guerra, debido a los costos prohibitivos de los componentes para tractores, Ampelio, gracias a su intuición apoyada por una extraordinaria tenacidad, cambió de estrategia y comenzó a producir las primeras máquinas manuales para el sector de alimentos líquidos, revolucionando el mercado. La combinación ganadora de genio emprendedor, profesionalismo y dedicación de sus excepcionales empleados, afirmó a la empresa entre las primeras en Italia.
En los años 60 entró la quinta generación: Adriano Simonazzi (hijo de Ampelio) trajo en la empresa ideas innovadoras junto con un nuevo espíritu emprendedor. Simonazzi pasó de la construcción de máquinas individuales a la construcción de líneas completas, cuyo corazón palpitante era la famosa máquina llenadora Eurostar. A partir de finales de los años 70 Adriano inició ese proceso de internacionalización que situó a la empresa entre los líderes mundiales del sector.
Pocos años después de la venta de Simonazzi en 1987, la joven Olivia (hija de Adriano), gracias a la experiencia adquirida en el negocio familiar, fundó Alsim. La empresa se estableció rápidamente a la vanguardia en el sector de las bebidas, gracias a su innovadora patente para sistemas de llenado volumétrico. Alsim desarrollará, junto a un grupo líder en soplado, la primera llenadora/sopladora combi que revolucionará el mercado del embotellado. A principios de la década del 2000, la empresa fue vendida.
Desde hace algunos años, Olivia Simonazzi, junto a su hijo Bernardo, retoman los negocios en el sector.
“Con 170 años de historia a nuestras espaldas, servimos a nuestros clientes basándonos en los valores y principios heredados de nuestra familia. Nuestros antecedentes han llevado a cabo el trabajo de generación en generación con gran dedicación y pasión, creando esas relaciones de confianza que perduran en el tiempo. Hoy tratamos ante todo de comprender las necesidades de nuestros clientes, poniendo a su disposición la valiosa experiencia que nos distingue".
~ Olivia Simonazzi ~